La carencia de valor es algo habitual en nuestra existencia... nos abandona como un mal desodorante en los momentos más importantes.... no sabemos donde se esconde o si acaso poseemos, pero aunque sea inmaterialmente tenemos una fuente inagotable en cada poro de nuestra piel ...

          Cada instante supone una prueba para demostrarnos que tenemos las agallas suficientes de abofetear al destino... de esculpir nuestro futuro... o dejarlo como está... 

      No hay mañana escrito, no existe un dios supremo que guíe nuestros pasos, ni vírgenes paridoras, ni pajarracos sementales..., no hay cielo ni infierno, no hay lineas de la mano ni cartas del tarot que valgan... solo nuestra propia voluntad, un corazón que palpita y una energía que nos mueve los unos a los otros.... buscándonos, y aveces ...encontrándonos...

       Tu decides.... o bajas la cabeza o enseñas los dientes... (** *)